Campaña anual de desratización
Los Realejos inicia la campaña anual de desratización con el reparto desde este jueves de 1.400 kilos del producto
Desarrollo Rural y Realserv coordinan la distribución, previa solicitud, y con el requisito indispensable del carnet de manipulador de fitosanitarios
El Ayuntamiento de Los Realejos inicia este jueves 8 de abril la distribución de 1.400 kilos de productos para la campaña anual de desratización en el municipio, dirigida a personas con explotaciones agrarias y ganaderas de la localidad, cuyas solicitudes se deben presentar previamente en las oficinas de la empresa municipal de servicios Realserv con fotocopia del DNI y del carnet de manipulador de productos fitosanitarios, documentos imprescindibles.
La Concejalía de Desarrollo Rural ha hecho esta adquisición y coordinará el reparto entre las personas interesadas, una vez validada la solicitud indicada, los martes y jueves de 10:00 a 12:00 horas en las instalaciones del antiguo parque móvil municipal de Los Realejos ubicado en el núcleo de Barroso.
El concejal de Desarrollo Rural, Alexis Hernández, recuerda que “por orden de 19 de agosto de 1996, publicada en el BOC 12 del 2 de septiembre de 1996, todas aquellas solicitudes serán cursadas siempre y cuando se acredite que el demandante del raticida cuenta con el carnet de manipulador de productos fitosanitarios, condición inexcusable”.
“Los problemas de presencia de roedores en determinadas épocas del año en las explotaciones agrícolas y ganaderas suponen una preocupación transmitida por personas dedicadas a ellas, por lo que el Ayuntamiento de Los Realejos cada año contribuye a paliar estos efectos con la citada adquisición y distribución del material de desratización como medida de apoyo”, declara el alcalde, Manuel Domínguez.
“De manera complementaria, el personal autorizado de Realserv, prosigue en sus tareas programadas de limpieza y aplicación de este tipo de productos de manera preventiva en zonas verdes y ajardinadas de entornos públicos, en áreas recreativas y en espacios naturales como barrancos o sus proximidades con el fin de evitar que la presencia de roedores se convierta en focos de infección e insalubridad”.